Cómo los contratos NIL están transformando la NCAA
Lo que comenzó como una demanda aislada terminó desencadenando una revolución en el baloncesto universitario estadounidense. Los contratos NIL están transformando la NCAA en una liga que compite directamente con el baloncesto profesional. Ya no se trata solo de formación: se trata de millones de dólares, marketing global y una lucha feroz por atraer al mejor talento disponible, venga de donde venga.
🧨 El origen del cambio: la batalla legal por los contratos NIL
El caso O’Bannon y el principio del fin
El punto de inflexión llegó cuando Ed O’Bannon, exjugador de UCLA, demandó a la NCAA por aparecer en un videojuego sin recibir compensación. En 2014, ganó el juicio. Esa sentencia abrió la puerta a una serie de transformaciones legales que derrumbaron poco a poco el modelo tradicional universitario, que prohibía a los jugadores recibir dinero mientras se beneficiaba de su imagen y rendimiento.
La legalización de los ingresos NIL
En los años siguientes, varios estados comenzaron a permitir que los atletas universitarios ganaran dinero. Finalmente, el 1 de julio de 2021, la NCAA dio su brazo a torcer y aprobó oficialmente el sistema NIL.
💰 La nueva economía universitaria: cifras que demuestran la transformación la NCAA
En apenas tres años, la situación ha evolucionado de forma radical. Hoy, los contratos NIL están presentes en todas las grandes universidades, y las cifras son cada vez más elevadas. En 2025, se estima que:
- Las estrellas top pueden ganar hasta 4 millones de dólares.
- Jugadores clave perciben entre 1,5 y 2,5 millones.
- Titulares habituales ganan entre 500 mil y 1,5 millones.
- Incluso los suplentes oscilan entre 200 mil y 700 mil dólares.
Se calcula que al menos diez programas de élite manejan presupuestos NIL de entre 8 y 10 millones de dólares por temporada. Entre ellos están universidades como Arkansas, Duke, Kentucky, Louisville, Michigan o Brigham Young. Estas cifras son simplemente inalcanzables para clubes europeos, incluso de primer nivel.
🌍 El nuevo destino de los talentos europeos
El impacto de los contratos NIL en el baloncesto internacional
La NCAA se ha convertido en un imán para jugadores internacionales, especialmente europeos. Si antes era un paso reservado para jóvenes promesas en desarrollo, ahora los equipos universitarios gracias a los contratos NIL están fichando jugadores con experiencia profesional, titulares en ligas como la Bundesliga, la Adriática o la primera división francesa.
Casos destacados
En Francia, Bryce Desart —de 22 años y titular indiscutido en su equipo— recibió una oferta de 2 millones de dólares de Texas Tech. Nathan DeSauce, también francés, fue tentado por la Universidad del Sur de California con un contrato NIL de 750 mil dólares.
Desde Alemania, tres grandes promesas de la Bundesliga han decidido cruzar el Atlántico:
- Sananda Frug (21 años, 12 puntos y 6 rebotes por partido) jugará en Louisville.
- Johan Grunhold lo hará en Virginia.
- Hannes Steinbach en los Huskies de Washington.
Pero el fichaje más llamativo es el del serbio Mihailo Petrovic, base de Mega Basket y uno de los cinco mejores jugadores jóvenes de la Liga Adriática. En lugar de fichar por un equipo Euroliga, jugará para Illinois.
La universidad de Illinois ha apostado fuerte por los talentos internacionales. Bajo la dirección del técnico Abraza Anderguz —ya apodado “Ander-bić” por su agresivo reclutamiento en Europa del Este—, han firmado a Petrovic, los hermanos Yvisik, David Mirkovic y Ander Gesto.
🎬 El NIL ya no es futuro, es presente
Anuncios, giras y marketing global
El mercado NIL ha hecho que muchos jugadores universitarios tengan ya acuerdos comerciales incluso antes de fichar por sus equipos. Algunos llegan con marcas bajo el brazo.
Hansel Emmanuel firmó con Adidas. AJ Dybantsa llegó a Brigham Young University con contratos publicitarios que, según fuentes, podrían generarle hasta 7 millones de dólares sumando anuncios, venta de camisetas y acuerdos NIL con la bebida energética Redbull.
Inicialmente, los jugadores internacionales no podían cobrar por NIL debido a restricciones migratorias. Pero muchas universidades sortearon esta traba organizando giras internacionales donde sus atletas podían grabar anuncios y recibir compensaciones. Un ejemplo fue Oscar Tshiebwe, quien en 2022, durante una gira con Kentucky, ganó más de 500 mil dólares.
⚠️ El dilema ético y deportivo: ¿Por qué los contratos NIL transforman la NCAA?
Freshmen de 22 años: ¿formación o negocio?
Lo que antes era una liga formativa, ahora compite con equipos profesionales. Chicos de 21 o 22 años debutan como «freshmen» en programas universitarios, un hecho que desafía los principios sobre los que históricamente se ha sostenido la NCAA.
Es cierto que durante décadas la NCAA generó miles de millones con entradas, acuerdos televisivos y merchandising usando la imagen de los jugadores, sin pagarles. También castigó con dureza a quienes intentaban recibir algún beneficio. Por eso, muchos ven esta transformación como un acto de justicia.
Sin embargo, el sistema actual también plantea un debate profundo sobre el equilibrio entre formación y negocio. El talento joven ya no ve a la NCAA como un paso previo a lo profesional: ahora la NCAA es parte del baloncesto profesional.
📌 Conclusión
La NCAA, antes era sinónimo de desarrollo y amateurismo, ahora se ha transformado en un mercado abierto, internacional y competitivo. Con cifras millonarias y un reclutamiento global sin precedentes, está desplazando a las canteras europeas como principal vía para los jóvenes talentos del baloncesto.
Y aunque el sistema no es perfecto, está claro que ya no hay marcha atrás y que la esencia de lo que era el baloncesto universitario ha cambiado para siempre.
